12 de febrero de 2014

COMO ESCRIBIR UN TEXTO. LOS CONECTORES



Los conectores son elementos que relacionan las partes de un texto.

Los conectores son elementos lingüísticos que debes tener muy en cuenta, a la hora de organizar un texto. Estos elementos nos permiten relacionar una parte con otra parte del mismo, y de este modo poder apreciar la estructura que tiene el texto, así como la relación entre las frases, los párrafos etc. Los conectores son de tipo muy diverso y sus funciones son muchas.

Principales conectores:

a) Para expresar oposición o restricción: pero, en cambio, por el contrario, sin embargo, no obstante, ahora bien, etc. 

b) Si queremos ejemplificar algún término, utilizamos: por ejemplo, así, en concreto, pongamos por caso, sin ir más lejos, etc. 

c) Para añadir una información utilizaremos: además, igualmente, asimismo, generalmente etc. 

d) Para iniciar: antes que nada, para empezar ... 

e) Para ordenar: en primer lugar, seguidamente, a continuación , por otro lado... 

f) Para finalizar o concluir: por último, finalmente, en suma, en definitiva ... 

g) para expresar opiniones: en mi opinión, por lo que a mí respecta .... 

h) Para expresar un nuevo tema: a propósito de, respecto a, en lo referente a, por lo que se refiere a, etc. 

i) Para corroborar o reforzar un argumento: en realidad, de hecho, igualmente, asimismo... 

j) Para aclarar: esto es, en otras palabras, quiero decir, o sea, mejor dicho, por ejemplo, en concreto... 

k) Para indicar una consecuencia: por consiguiente, por lo tanto, en consecuencia ...

AHORA LEE EL SIGUIENTE TEXTO E INTENTA ANALIZAR LA ESTRUCTURA. FÍJATE EN LOS CONECTORES QUE USA EL AUTOR:

Obsolescencia deseada

Para empezar tengo que decir que durante la última semana he llevado dos teléfonos en el bolsillo. Ya sé que no es una hazaña de las de poner en el curriculum. Muchos llevan a diario dos teléfonos en el bolsillo todos los días (trabajo y personal) pero en mi caso sólo uno de ellos funcionaba como teléfono.

A raíz de un debate en Twiter, Manuel Méndez me retó a volver a usar el iPhone original (el de 2007) como mi teléfono único. Junto a él llevaba mi iPhone actual, el 4S, pero lo he usado únicamente como cámara de fotos ocasional porque la del iPhone original es de muy poca resolución y sensibilidad.

El mundo de la informática, y ahora por extensión el de la telefonía móvil, se mueve a una velocidad de vértigo. Cada 18 meses se dobla el número de transistores que es posible integrar en un procesador, según la famosa Ley de Moore, y por consiguiente prácticamente cada año tenemos la posibilidad de tener en nuestras manos un producto más potente por el mismo precio, o menos del que pagábamos el pasado. Leyes similares de aceleración existen sobre el almacenamiento o la calidad de las pantallas. Lo único que parece no avanzar igual de rápido es la capacidad de las baterías. Este avance ocurre en otras industrias y mercados también, desde la automoción a los electrodomésticos, pero no al mismo ritmo.

Que se sepa que un teléfono o un PC el año que viene vaya a ser más potente, sin embargo, no quiere decir que la obsolescencia se haya programado o que el dispositivo se vuelva inútil pasados uno, dos, tres o más años. En la mayoría de los casos se puede seguir usando con la misma funcionalidad o más que cuando se adquirió. Mi posición frente a la de Manuel Ángel es que un smartphone de hace cinco años puede seguir siendo igual de útil en el día a día que cuando se adquirió. Lo que ha cambiado son nuestras expectativas de lo que puede y debe hacer un teléfono. Del mismo modo, el ordenador de hace cinco años hace exactamente lo mismo que hacía entonces, lo que ocurre es que todo el entorno ha evolucionado (las páginas web tienen gráficos más pesados y más resolución, los juegos son más complejos, ...) y la sensación es que el producto está obsoleto. Pero, en mi opinión,  somos nosotros los que le ponemos la etiqueta porque vemos la ventaja (o pensamos que la hay) de usar una herramienta más rápida y capaz.

Y esa es la clave del asunto. En la prensa tecnológica nos hemos hartado de contar como el smartphone se está convirtiendo en el nuevo móvil de la mayoría de la población. Sin embargo seguimos pensando en él como un producto que sólo interesa a los llamados "early adopters" y que por tanto se cambia cada año o dos años.

Esta transformación del mercado viene con consecuencias que hasta ahora no hemos experimentado y una de ellas es la de que los ciclos de vida de las máquinas son ahora más largos. Por ejemplo, el Motorola Razr V3 (pronunciado "RA-zer"), un móvil sencillo bastante popular, salió a la venta en 2004 pero Motorola vendió más de la mitad de unidades a partir del año 2006. Ahora vamos a empezar a ver cosas parecidas dentro del mundo de los smartphones. A lo mejor no serán ciclos tan largos como el del Razr pero sin duda hay muchas personas que no necesitan cambiar de teléfono o tableta cada año ni cada dos, como "obligan" los contratos de permanencia de las grandes compañías tecnológicas.

El Gadgetoblog. Ángel Jiménez (adaptación)

COMPRENSIÓN DEL TEXTO

1 – El autor habla de “obsolescencia programada” ¿Qué quiere decir este sintagma?
2 – Busca en internet qué es la ley de Moore.
3 – Busca qué significa “early adopters” o visionarios. Piensa de qué modo empleamos esta expresión.

RESPONDE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

5 - ¿Saber manejar la tecnología, es imprescindible para poder vivir en el siglo XXI?
6 - El mundo de la tecnología avanza muy deprisa ¿es fácil estar siempre al día? ¿qué ocurre si no se puede estar al día?
7 - ¿Es absolutamente necesario tener el último modelo de cualquier aparato electrónico? ¿Nos sigue siendo útil el modelo anterior? ¿Por qué queremos cambiar el modelo antiguo por el nuevo?
8- Las compañías de telefonía móvil nos obligan a un contrato de permanencia. ¿Por qué crees que lo hacen? ¿Cuáles son en realidad sus objetivos?




9 -Si tienes alguna duda o no acabas de entender la curva de desarrollo tecnológico piensa en la compra de los teléfonos móviles ¿quién fue el primer “friki” que viste con uno? ¿quién fue la primera persona de tu entorno que te influyó para que desearas tener uno? ¿a cuánta gente conoces que se resistió con uñas y dientes y dijo que jamás tendría uno?

Ahora escribe un pequeño artículo de opinión (200 palabras), en el cual expongas tu punto de vista, acerca del tema de este texto. 




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